01 August, 2018

Letting go


Todo empezó como un día normal.

Un martes cualquiera, de esos en que duermo mal, me despierto cansado y que sé que será una lucha mental por obligarme a cumplir todos mis deberes. Lo mismo de siempre: salir a la sala, saludar a gordi, regar las plantas, limpiar el patio. Tania se acaba de cambiar y dejo entrar al Camus para que la salude. Nos despedimos como cada día, deseándonos un buen dia. Comienza de mi trabajo de oficina, resolviendo problemas de integración.

¿Quién me diría que sería el último día que la tendría conmigo? Ni de lejos me pasaba en la cabeza que no iba a volver a verla recibirnos al abrir la puerta del departamento, que no iba a volver a escuchar sus chillidos cuando quiere salir, que ya no iba a ver una serie con Tania acostado en el sillón con ella dormida sobre mí... ya no mas darle comida que "accidentalmente" se me caía, no más esos gritos ridículos de "gordiiiiii" día y noche... ¿Quién iba a imaginar que hoy sería la última vez que la iba a cargar y abrazar?

Se nos fué mi gordita. Hipermetástatis dice la veterinaria. Pobre Baileys apenas podía respirar, y es así, que tras unas horas en el hospital y tras hacerle estudios, decidimos que era mejor dejarla ir. Que se fuera al cielo de los perros sin sufrir, en compañia de todos a quienes llenó de luz. Tania por supuesto la abrazó hasta su último respiro. Nos acompañaron sus padres y hermano en ese difícil momento. Naturalmente todos estamos inconsolables.

La recordaré como un ser que me dió mucha alegría y tranquilidad, que me dió compañía en la soledad de mi trabajo diario, que me hacía reír, que con sus actitudes altivas me alegraba el día. ¡Pinche gorda! yo decía cuando me despreciaba. ¡Oh! ¡Cuánto daría por un poco más de sus ojos dormilones! Llevo unas horas sin ella y ya la extraño; quiero pero aún no puedo dejarla ir.

Espero esté bien, si existe el alma seguro nos encontraremos. Me recibirá moviendo su cola y haciendo "garrita". Me exigirá su cuota de comida, y seremos felices en el más allá.

Yo solo estaré un poco mas de tiempo en este mundo, pero te voy a alcanzar mi gordi, te daré papayita y melón, te rascaré la panza hasta que te duermas y te veré dormir por horas. Te quiero mucho. Descansa en paz.